martes, 22 de mayo de 2018

Roja

El rastro de tus huellas se van marcando en el suelo de ladrillos rojos del patio. El sol está recogiéndose y dando paso a una luna brillante, de esas que dejan notar más que tu sombra.

De un salto sutil y elegante saltas desde el último escalón hasta el tejado.

Te miro y observo esos enormes ojos verdes, que me miran, y después de sopesar durante unos segundos, bajas corriendo para entrelazar tu cola con mis piernas. Me agacho para acariciarte, y un ronroneo rompe el silencio de la noche.

Me siento en el suelo, y te acomodas en mi regazo, resoplando unos segundos mientras te estiras y relames la pata delantera derecha.

Ambas cerramos los ojos. Debajo de la luna, envueltas en la paz de la noche.

viernes, 18 de mayo de 2018

El porqué del miedo a la palabra.