jueves, 24 de septiembre de 2020

impulso

1, 2,3...En un primer momento mi mente distraída intenta parar el impulso de soltarlo...
4,5,6...Comienzo a autoconvencerme de que voy a ser capaz de hacerlo...
7,8,9...La distracción es un buen elemento para no decirlo...no pensarlo...
10,11,12...Siempre me habían dicho que la cuenta era hasta 5, pero soy incapaz de conseguirlo, mis células grises son tan rápidas cuando me pongo así...
He dejado de pensar, por lo menos de pensar solo en eso. Ahora estoy debatiendo el porqué de esas ganas. Y aquí es cuando comienza una nueva etapa. Debería denominarla subetapa, o subcuenta, en la que empezarían a subdividirse en número y letra...mi modo caótico necesita tener un modo organizado para poder entenderse...

domingo, 13 de septiembre de 2020

 Y volver a pensar en el ayer sin ganas. Sin las mismas ganas que tengo que poner en orden todo lo que una persona adulta debe hacer. Los esquemas que rigen la sociedad aburguesada que roza el capitalismo extremo, donde salirse de los renglones es una forma de perder la visión de la realidad. 

martes, 19 de mayo de 2020

Faltan paraguas

Cuando el sol está en lo más alto del cielo, brillando e impactando en el asfalto, que lleva horas recolectando su calor, miro a la ventana buscando un poco de aire fresco, que no se haya viciado en mi cubículo de trabajo. Rodeada de dos gatas somnolientas que abren los ojos para confirmar que todavía no me he ido de su lado, la idea de belleza se diluye al pensar en los tiempos que corren.
Imposible contemplar la estampa de primavera pura que asoma por mi pared...sabiendo que aquel que lo contemplaba conmigo ya no está. La soledad que se apodera estos días de nosotros se sitúa justo al lado de los rosales en flor que llevan días reivindicando su sitio. Falta luz natural que evoque lo que realmente es el mayo que nos grita primavera...Faltan paraguas escondidos en el fondo del bolso que sacamos corriendo cuando una tormenta de mayo se apodera de una tarde y nos deja en 15 minutos una lluvia fría, destruyendo parte de esas rosas vanidosas.

martes, 17 de marzo de 2020

En un mundo donde el repiqueo de los adoquines queda en silencio por el confinamiento de la población en sus viviendas. Donde la imaginación cobra sentido a la hora de arrebatar al aburrimiento y al abatimiento algunos minutos. Es casi imposible no escuchar lo que crece y está en constante ebullición dentro de nosotros mismos. Viendo como algunos de nuestros conocidos y vecinos desaparecen detrás de una puerta al otro lado de nuestro rellano. Las paredes se llenan de susurros, risas y musiquillas matutinas y repetitivas. Solo el chisporrotear de la lluvia nos ha sacado de nuestro ensimismamiento, despertando de la monotonía de los días igualitarios. La creciente dependencia de información instantáneo y no contrarrestada nos hace tener arritmias cada vez que un trinar de un gorrión electrónico retumba en nuestras casas decoradas de tiendas suecas, ordenadas al estilo de Marie kondo para seguir acumulando toneladas de productos de temporadas pasadas, porque la apremiante actualidad nos hace dependiente de obtener 5 centímetros extras para guardar ese vaquero de una talla menos que me compré pensando en lo que voy a perder para este verano. Y mientras tanto mi yo interno sigue gritando, pero su rugido inicial se ha convertido en un gemido susurrado al ritmo del trap repetitivo que la vecina del 5 no para de poner en su cuenta personal.

martes, 18 de febrero de 2020

Las palabras liberadoras que antes pronunciaba, han dejado de fluir de mí. La vela de la locuacidad que ardía en mi ser interior, poco a poco a dejado paso a la ínfima parte de lo que fue.