sábado, 28 de noviembre de 2015
Miradas
Anoche mientras paseaba por las calles adoquinadas después de un largo día me encontré con tu mirada. Fue tan sólo un instante, tan mágico que todo en lo que estaba pensando se evaporó, y en lo único que pude pensar era en lo infinito de tus ojos marrones. En el magnetismo que irradiaban y en las miles de historias que querían ser descifradas.
jueves, 26 de noviembre de 2015
Onanismo
¿Apago la luz?
Hace un tiempo lo hablaba con una amiga. Tener miedo de verme a mí misma, de sentirme, de excitarme, de oler mis miedos y mis pasiones. En definitiva de aceptarme, aunque sólo sea por un microsegundo.
Hace un tiempo lo hablaba con una amiga. Tener miedo de verme a mí misma, de sentirme, de excitarme, de oler mis miedos y mis pasiones. En definitiva de aceptarme, aunque sólo sea por un microsegundo.
Y al final de tus días recordarás todas las partes oscuras y escondidas que estaban en el sótano de tu memoria. Y el mar inundará tus ojos verdes convirtiendo las olas de imágenes en algo que pudo ser y no será. La nada se volverá todo. Un todo impreciso y escaso que no llegará a ser nada.
Entonces imaginarás unos idílicos pensamientos que poco se asemejan a la realidad existente en aquel tiempo que fue. Nada se podrá comparar con la parte de tu memoria viva y racional. Y en nada se convertirá tu idea de lo que fue.
Entonces imaginarás unos idílicos pensamientos que poco se asemejan a la realidad existente en aquel tiempo que fue. Nada se podrá comparar con la parte de tu memoria viva y racional. Y en nada se convertirá tu idea de lo que fue.
domingo, 15 de noviembre de 2015
Destino
Y el destino quiso que nuestros caminos empedrados se encontrasen en un punto indeterminado de nuestras existencias.
jueves, 15 de octubre de 2015
¿Y ahora que hago con todos los trozos rotos de mis recuerdos? Todo estalla a mi alrededor. Busco lo imposible, el momento exacto en el que todo estalló y las imagenes se entremezclaron con los sentimientos. Los olores de azahar se perdieron entre los sonidos de risas madrugadoras. Y ahora, mi mente en blanco no es capaz de volver a sonreir. La nube gris de mi subcociente se apodera de los grandes momentos brillantes que tengo en el presente.
martes, 29 de septiembre de 2015
Gotas de lluvia
Y por fín cae las ansiadas gotas de agua que tanto tiempo llevaba esperando. En pocos segundos se borran todos los quemazones del verano.
domingo, 20 de septiembre de 2015
noches en grises medios
Gris oscuro, casi plena oscuridad. Una luz intermitente entra por la rendija de la ventana medio cerrada. El intermitente de un coche fugaz en mitad de la noche. Alguna visita clandestina de amores descafeinados a la luz del día y que sucumben a la idea de la pasión en algún momento puntual de la noche cerrada.
viernes, 18 de septiembre de 2015
Mirar hacia delante. Tener la sensación de que todo es un bucle infinito que siempre retorna al mismo punto de partida. A los mismos momentos de indecisión, de congoja, de miedo infantil a la decepción, y al simpre y rotundo no. La primera mirada, la primera sensación, aunque sólo es eso, lo primero y para muchos lo último. El contacto personal, unilateral, en el que dos personas por primera vez se ven. Se sienten o creen querer sentirse. La idea del que el cosmos se relantiza, se para. Y no hay nada alrededor de esos dos cuerpos rígidos, puestos ante sí por una casualidad del destino. Tan ínfimos e insignificantes que hasta ellos mismos creer que son los adán y eva de la humanidad.
domingo, 21 de junio de 2015
jueves, 11 de junio de 2015
Primavera aguada.
Y a las once de la mañana el sol fue robado por las negras nubes.
El calor del sol desapareció y mis venas se helaron con el frío agua que caía como diminutas dagas sobre mi cabeza. Mi vestido se convirtió en un traje de gitana, empapando mis brazos y cuyos hilos de lluvia recorrieron mis piernas desnudas llegando a rozar primero mis piernas, y después a encharcar mis zapatillas de esparto.
Y en vez de correr, decidí pararme. Sentir la brisa fresca, la humedad que entraba por mi piel y llegaba a lo más hondo de mí. La calida primavera se ha ido precipitadamente y un crudo invierno instantaneo se ha apoderado de mi calor.
El calor del sol desapareció y mis venas se helaron con el frío agua que caía como diminutas dagas sobre mi cabeza. Mi vestido se convirtió en un traje de gitana, empapando mis brazos y cuyos hilos de lluvia recorrieron mis piernas desnudas llegando a rozar primero mis piernas, y después a encharcar mis zapatillas de esparto.
Y en vez de correr, decidí pararme. Sentir la brisa fresca, la humedad que entraba por mi piel y llegaba a lo más hondo de mí. La calida primavera se ha ido precipitadamente y un crudo invierno instantaneo se ha apoderado de mi calor.
jueves, 12 de marzo de 2015
la eternidad del tiempo
Un día sin fin. Una noche pasajera. Un momento eterno. Aquella caricia que siempre fue, aquella mirada que nunca se despidió.
Las palabras viajeras que pasan de mi boca a tus oidos. El viento que se desliza entre tus cabellos y llena mi mente de recuerdos, de sensaciones, de pensamientos pasajeros y quebradizos.
¿Por qué no te retuve? ¿Por qué dejé que te fueras? La puerta se cerró y el aire gélido de esa noche de invierno entró conmigo en mi piso, y se instaló con mis ideas eróticas sobre ti.
Han pasado los segundos, los minutos, las horas, las semanas, los meses, y por desgracia los años, y por mucho que intento aullarte, susurrarte al oido, decirte todo lo que quiero que entiendas. Pero sin embargo, me callo, me reprimo.
Y así se pasan los segundos, los minutos, las horas, las semanas, los meses, los años y la eternidad.
Las palabras viajeras que pasan de mi boca a tus oidos. El viento que se desliza entre tus cabellos y llena mi mente de recuerdos, de sensaciones, de pensamientos pasajeros y quebradizos.
¿Por qué no te retuve? ¿Por qué dejé que te fueras? La puerta se cerró y el aire gélido de esa noche de invierno entró conmigo en mi piso, y se instaló con mis ideas eróticas sobre ti.
Han pasado los segundos, los minutos, las horas, las semanas, los meses, y por desgracia los años, y por mucho que intento aullarte, susurrarte al oido, decirte todo lo que quiero que entiendas. Pero sin embargo, me callo, me reprimo.
Y así se pasan los segundos, los minutos, las horas, las semanas, los meses, los años y la eternidad.
martes, 10 de marzo de 2015
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