jueves, 14 de noviembre de 2019

La decepción es ese algo que se va instalando en lo más profundo, que va reconcomiendo la poca esperanza que queda de las situaciones que ilusionaron mi vida. Destruyendo la paz interior que tantos años había tardado en cultivar gracias a las lecturas de libros de autoayuda y espiritualidad. Mi yo empoderado pierde fuerza a cada minuto que miro mi móvil y no encuentro señal ni palabra tuya.
Nunca hubiera imaginado que 200 gramos de metal tuvieran tanto poder en mi psique. Cómo un sonido mecánico puede alterar de forma tan poderosa mi ánimo, y la falta de él, llevarme al abismo.
La necedad que me hace buscar los instintos más animales para encontrar un ápice de lo primario que se esconde unido al raciocinio que me hace ver lo equivocada que estoy. La vuelta a la realidad o los pies en el suelo no permiten que desconecte del todo de la VERDAD, de todo lo que nos rodea y nos hace convivir con nuestras pasiones, miedos, ansiedades y curiosidades. Y así pasan las horas, los días y los años, dentro de esta piel con sus terminaciones nerviosas que sacuden cada extremo de mí.

miércoles, 21 de agosto de 2019

¿Si no puedo mantenerte en mi corazón para que seguir estirando esta agonía incesante que no me mantiene en vela toda la noche?


miércoles, 22 de mayo de 2019

pensamiento irracional

La distancia entre tu mente y la mía puede estar a años luz de nuestros planetas. Cuyos soles desprenden calor que es absorbido por nuestros cuerpos y que no somos capaces de transportar con el roce de nuestra piel.
Antes eremos uno, o eso es lo que me decían las canciones melosas que escuchaba de manera repetitiva. La repetición de los sueños, de las caricias, de tu nombre, de la desconfianza, del miedo a tenerte o del miedo a perderte. El olor suave que aspiraba desde tu cuello y que me conectaba con los mayos soleados de la costa francesa. Tus dedos entrelazados con los míos, recorriendo mi piel, llegando a la maraña de rizos que salpicaba mis hombros.
Todo lo idílico de los vídeos de música, en el que se resume la experiencia a 3 minutos. Cuyos 30 últimos segundos son el bravío de un orgasmo espiritual, donde yo, consciente de mi pensamiento irracional, ha sucumbido al tráiler de Disney, aún a sabiendas que mi cabeza me expone los argumentos para volver a poner los pies, que se habían despegado, en el suelo de madera frío y seco que se encuentra debajo de mí. Y a sabiendas de que todo es una nada de despropósitos y clichés, mi corazón se ha arrugado un poquito más, y ni todo el helado de caramelo salado que tengo en mi congelador, será capaz de resucitar esa parte de inocencia que he perdido con tu silencio.

viernes, 17 de mayo de 2019

Debajo del puente donde la corriente se llevó lo que quedaba de mi inocencia, me alojo entre recuerdos y pensamientos. La humedad traspasa mis zapatillas y va subiendo por mis piernas hasta mis rodillas. El frío comienza a apoderarse de mí y atrofia mis articulaciones. Dentro de poco la nada se instaurará en mí. Todos aquellas ideas que rondaban mi cabeza desaparecerán, dejando espacio a lo que lo dominará todo. La musiquilla que canturreo entre dientes se parará y el tiempo instalará el silencio que todo lo puede, que todo lo barre y lo convierte en nada.
Si pudieras escuchar la música que vibra dentro de mi corazón...

Si descubrieras ese baile de pies por debajo de la mesa, incesante...

Si miraras más allá de mis ojos oscuros que te gritan...

Si percibieras la esencia que emana de mí...

Si te parases por un momento. Si dejases todo embrujo externo que te hace no fijarte en mí, en lo que realmente soy, y que por artificios de la vida nunca llego a impulsar para que salga del fondo.

Entonces te darías cuenta de lo que te extraño.

martes, 7 de mayo de 2019

musas

Las musas no se han ido, no han huido tras una debacle sin precedentes una tarde de primavera lluviosa. No han desaparecido tras las nubes grises de mi imaginación.

En vez de eso, las guardé, las encerré, las dejé en un rincón primero chillando, luego hablándome cada vez más bajito...para al final lamentarse de la elección de títere que les había tocado.
Los ecos de sus voces secas retumban en mi cabeza, que las transmite a mi columna vertebral, que a su vez lo distribuye hasta mis articulaciones, por el torrente sanguíneo, explotando en mi corazón.

lunes, 8 de abril de 2019

Esperar...tiempo perdido del infinitivo.

miércoles, 3 de abril de 2019

La ansiedad es esa sensación de quererlo todo, ya, ahora, al instante, y que empieza a corroerte por dentro, muy poco a poco, primero, pero después de manera salvaje, cual bestia despiadada que quiere terminar con los resquicios de tu serenidad. Y al subir por tu piel, te rodea el cuello y lo va apretando, sin dejar pasar el aire. Hasta llegar a tu cabeza, que se inunda de ideas, preguntas, dudas y desafortunadas visiones que distorsionan la realidad.

jueves, 21 de marzo de 2019

Y yo que siempre me pregunto lo mismo replanteado desde todos los puntos posibles que puedo tejer en mi mente. Cuya organización he sabido disfrutar a base de etiquetas, subrayadores o puntos de colores. Letras minúsculas que se encerraban dentro de las letras pequeñas. Esquemas, hojas Excel, hasta power point entre calado con una base de imágenes, sonidos y olores que me hacen resetear mi mente al forzar un cierre de ojos que se va alargando varios segundos. Primero uno, para darme cuenta de lo que estoy analizando. Después tres, para aceptar que esa es la duda que quiero resolver. Y como en una de esas canciones de mujeres con dudas infinitas, mis sentidos se interconectan para darme a entender que deje de buscar una lógica y sentido a todo, y que empiece a disfrutar, que empiece a degustar el es lo que es, sin más, con todo lo que es.

Lunares rojos

El rojo intenso de tu vestido cuyo vuelo levanta el viento al pasar por la esquina de la plaza. Esa pasión que casi se funde con el brillo de tus ojos, con el vaivén de tus pestañas eternamente largas, que rozan los cristales de las lunas tintadas de tus gafas de sol. Ese fuego que se desprende de tu melena rizada, que cae sobre tus hombros desnudos y blancos, en cuyo fondo se dibujan los lunares que se esparcen por toda tu silueta hasta alcanzar el final tus curvas.

interestelar

Si pudiera concentrarme en un punto fijo que me orientara hacia el camino que debo seguir. Como si cada mañana me despertara para conseguir lograr ese ansiado momento de felicidad cuyos carteles de publicidad a lo largo de la autopista me recuerdan cada trayecto de 7 a 7:25 que hago para poder llegar a mi asiento perpetuo, el cuál sigue conservando mi calor.

Y aquí me tienes, observando si ante mí se abrirá en algún instante un agujero interestelar que me teletransporte a uno de esos mundos paralelos, donde mi yo negativo y pesimista se regodeé de ello y haga de su propio malestar el principio para un método contra la soledad del alma. Donde todo lo que se piense se diga, sin la importancia de estar siendo juzgada por todos los que me rodean. Donde las palabras unan en vez de romper con el todo que nos formulamos en la cabeza.

only the wind


miércoles, 27 de febrero de 2019

lunes, 21 de enero de 2019

Indecisión

¿Hubiera venido si hubiese sabido lo que ocurriría? La eterna duda sobre nuestras decisiones. En el momento en el que tomamos una vía como respuesta. Cuando a pesar de que nuestra mente empieza a mantener una charla con ella misma, primero a susurros, luego a gritos que nos quieren dejar ver que todo el Cosmo está en nuestra contra. Aún así, hemos tomado ese camino, con un cosquilleo en la barriga que se va convirtiendo en un nerviosismo general. Las manos se enfrían, la boca se nos seca y un rum rum se apodera de nuestra cabeza. Miles de preguntas van apareciendo, dudas, incertidumbres, miedos, deseos, y anhelos. Miras el reloj, desgastando las manecillas con tu mirada, escuchando en tu interior el tic tac del tiempo-espacio a tu alrededor, que justo ahora juega con ir más despacio.


sábado, 19 de enero de 2019

Hartazgo

Estar harta de la gente, de la gente que concurre por las calles divagando, que respiran mi mismo aire y dejan sus partículas alrededor de mí.
Gente que vagabundea por la vida, sobreviviendo al día, con la necesidad de existir.
Masas que se mueven en su círculo conocido, donde la comodidad les invade y no son capaces de elegir.
Individuos que recalientan sus cerebros en cuestiones nimias, incapaces de tomar decisiones, de tomar las riendas de sus vidas, llenos de miedos e inseguridades que les llevan a volver al círculo cada vez más reducido en el que se está convirtiendo sus vidas.

Entes cada vez más grises, más manada, menos él, que  piensa y repiensa cada acción, esperando...esperando el milagro que nunca llega, el boleto de navidad que sólo toca a aquellos que hacen la acción de cómpralo, que se mueven, que se atreven.