jueves, 25 de marzo de 2021

edredón

 Debajo del edredón, debajo de esas sábanas de coralina azules que me regaló mi madre un invierno crudo, mis deseos más profundos se liberan para dar rienda suelta a lo que quieran desarrollar cuando cierro los ojos, cuando el agotamiento gana la partida de un miércoles cargado de trabajo. Todo el estrés, que se va asentando en los hombros y llega a paralizar el cuello, llegando con una insistente pulsación detrás del ojo izquierdo, deja paso a un mundo oscuro, lleno de colores tenues pero sensaciones vivas, plenas.

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