jueves, 12 de abril de 2018

De Londres a Aveiro

Semana llena de panorámicas que cargo a mis espaldas. La llovizna del cielo plomo inglés me da paso a las aceras atestadas de gente apretujada sonriendo a pantallas con filtro Hefe.
Arriba, en el cielo, una vez que el avión ha traspasado los nubarrones negros y las turbulencias han cesado, se divisa la tranquilidad del cielo en calma.
Otra vez en el suelo, las mismas aceras mojadas, con gente corriendo a resguardarse debajo de un techo, mirando hacia el mismo cielo plomizo, esta vez en otro país, con otra lengua, pero las mismas maldiciones a los paraguas que se doblan por el viento que sopla eufórico.
Mañana, rumbo al mar. Tercer país en una semana. Tercer cielo, tercer empedrado, tercera lengua, tercer perderse intentado buscar lo que al final no está fuera, si no dentro. En lo más dentro. En mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario