domingo, 1 de abril de 2018

Electricidad

 Cinco segundos me bastaron para comprender que tu sonrisa me abriría las puertas del universo.

  El sonido de tu risa me hizo rememorar la sensación de la lluvia en primavera, cuando el frescor se desliza por tus sienes y el olor a cilantro y de la hierbabuena de las habas recién cortadas llena tus fosas nasales.

Sonreí imaginando todo aquello que me quedaba por descubrir.





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